viernes, 14 de febrero de 2014

Alfabetización Digital Cristiana


Hultner Estrada

Los índices de analfabetismo digital en Nicaragua, todavía son muy altos. Según el Informe sobre Economía del Conocimiento en Centroamérica*, nuestro país se ubica en la posición número 131 entre 148 naciones, en lo referente a educación y acceso a Tecnologías de Información y Comunicación. Honduras ocupa el puesto número 99 y Costa Rica la posición 58.

Expertos de la Academia de Ciencias de Nicaragua (ACN), opinan que este país se encuentra “rezagado” para competir en una economía mundial sustentada en el conocimiento, porque la gente no tiene acceso a Internet… y apenas un 5% de las escuelas a nivel nacional, tienen una computadora.**

El factor acceso es la clave. Una computadora, en Nicaragua, puede costar hasta un 40% más que en Estados Unidos o Panamá. El servicio de internet -medianamente funcional- cuesta un 10% del valor de una canasta básica. A estos costos habría que sumarle las tarifas por licencias de software que sencillamente “andan por las nubes”. En resumen, aprender a manejar una computadora es un sueño difícil de alcanzar, especialmente para los más jóvenes.

A pesar de todo, muchas escuelas cristianas están haciendo un esfuerzo extraordinario para reducir esos índices de analfabetismo digital, ayudando a las nuevas generaciones en el desarrollo de habilidades para manejar las herramientas tecnológicas. Todavía, sin embargo, deben sortear muchas dificultades.

“Los laboratorios de computación de nuestras escuelas, vienen a ser como ‘museos’ porque trabajan con máquinas donadas que han venido quedando obsoletas,” explica Rafael Castro, facilitador de una red de profesores cristianos de computación que se ha formado, precisamente, para apoyar a las escuelas en la misión de entregarle al país, jóvenes digitalmente alfabetizados. Esta red se llama REDPROCOM.

“Nos dedicamos a brindar asistencia técnica, asesoría en planificación académica, mantenimiento y reparación de software y hardware, pero lo más importante, a brindar capacitación en el uso de Software libre, que es completamente gratis y que es muy funcional para las escuelas cristianas,” detalla Rafael Castro, licenciado en idioma inglés y profesor de computación.

REDPROCOM, en colaboración con ACECEN (Asociación de Centros Educativos Cristianos Evangélicos de Nicaragua), ha logrado brindar algún tipo de apoyo clave a más de 30 escuelas cristianas. “Somos un equipo pequeño –por ahora- pero que se ha mantenido bastante unido,” añade el profesor Castro, quien resume el sueño de REDPROCOM en las siguientes palabras:

-“Nosotros decimos que nuestros laboratorios de computación van a ser los mejores en el futuro, vamos a trabajar para que nuestro programa funcione y luego, cuando esté bien establecido y fuerte, lo vamos a compartir con el gobierno para que pueda ser aprovechado por profesores a nivel nacional.” (ver Video)

Conozca más sobre REDPROCOM y ACECEN





sábado, 1 de febrero de 2014

Centro Nehemías en el Campo Informal

Hultner Estrada
Según la más reciente encuesta de hogares y pobreza en Nicaragua*, el 70% de los nicaragüenses ocupados, trabajan en el “campo informal”, es decir, 2 millones de personas trabajan por cuenta propia o están sub-empleados.
La carencia de empleos bien remunerados y  formales (que ofrezcan contrato, salario fijo, prestaciones y seguro social), ha obligado a la mayoría de nicaragüenses a crear su propia empresa o buscar la calle para ganarse el sustento.
De aquí que las ciudades de Nicaragua se caractericen por la abundancia de pequeños negocios, pulperías, comiderías, pequeñas farmacias, tortillerías, panaderías, tienditas de ropa usada, además de incontables vehículos y bicicletas que prestan servicio de transporte. En nuestras calles también, se puede comprar de todo: refrescos, frutas, hamacas, autos y auto-partes, perros de raza y especies exóticas, y en fechas especiales, rosas artificiales, adornos navideños, banderas y símbolos políticos.
“El nicaragüense no se muere de hambre,” reza un refrán que describe el ingenio de este pueblo que no cesa de generar ideas y de crear toda clase de micro-empresas que son el motor de nuestra economía.
Sin embargo, aunque el empleo informal ha sido la alternativa para sobrevivir el día a día, todavía no representa una garantía para la superación económica a largo plazo. El empleado informal es alguien con pocas posibilidades de capacitarse para mejorar su negocio y para acceder a créditos y préstamos.
Según la misma Encuesta, son pocos los trabajadores por cuenta propia que han recibido apoyo para su actividad. A nivel nacional alrededor del 6% declaró haber participado en alguna capacitación y solo el 2% reportó haber recibido algún tipo de asistencia técnica.
“¡En ese 2% entramos nosotros, gracias a Dios, ahí está nuestro granito de arena!” dice Freddy Méndez, coordinador del programa “Negocios para el Reino”, programa que se  ha enfocado en brindar asistencia técnica, acompañamiento y entrenamiento en principios bíblicos a un número creciente de cristianos que se ganan el sustento empujando un pequeño negocio.
Uno de esos cristianos es Taylor Chávez, un esforzado pastor y comerciante de carne de pollo de la ciudad de Chinandega, que lleva unos tres años participando en la red de negocios. “El taller sobre ‘La contabilidad del naranjero’ me desafió mucho,” dice Taylor, “ese estudio práctico y sencillo me ayudó a abrir más mi mentalidad contable para mi negocio,” añade.
El tema de la contabilidad es un asunto difícil para la mayoría de los empleados por cuenta propia, ellos están acostumbrados a llevar los números de su negocio “en la mente” o en un pequeño cuaderno informal, principalmente porque consideran que el negocio es pequeño y no es necesario contabilizar, o bien porque no saben cómo hacerlo, o consideran que no sirve de mucho.
Pero los talleres de contabilidad práctica ofrecidos en la red  “Negocios para el Reino,” están expandiendo esta mentalidad y equipando a los pequeños empresarios con algunas herramientas para su crecimiento. “Lo próximo que me gustaría aprender”, dice Taylor, “es a auditar mi negocio aunque no sea un auditor.”
Para conocer más sobre la Encuesta de Hogares para Medir la Pobreza, haga click aquí
Conozca más sobre el Programa Negocios para el Reino, click aquí