Para muchas personas el ministerio pastoral y la carrera política, son como
dos sustancias que no se deben mezclar. Tras una larga historia de política
partidista caracterizada por el interés personal, la corrupción y la
manipulación del pobre, muchos nicaragüenses consideran que “el asunto político
es un terreno donde no hay nada de Dios”.
Sin embargo, William Estrada, con 22 años de carrera pastoral, ha desafiado
esta premisa aceptando un cargo político dentro del concejo municipal de su
ciudad. Aprovechamos una reunión de la red de Agentes de Transformación de
Chinandega, para entrevistar al pastor William. Compartimos parte de la
conversación.
¿Cómo es que usted como pastor llegó a ese cargo
político?
William: El partido que ganó las elecciones en mi
municipio, quería contar con un pastor dentro de su bancada, entonces, previo a
los comicios, pidieron al Consejo de Pastores que eligieran a alguien que
representara a la iglesia evangélica dentro de la alcaldía. El consejo de
pastores me propuso, y la comunidad respaldó mi nominación.
O sea, el partido buscó la manera de incluirme en su bancada, sin ser
político. Después entendí que el partido, viendo que yo tengo mucho contacto
con la comunidad, quería sacar algo de provecho por ese contacto con la gente,
con la iglesia y la pastoral.
¿A usted le gusta la política?
William: Fíjese que hay gente que se sienta horas
y horas a hablar de política, pero eso a mí no me gusta. Esto se dio por el
plan de Dios.
Yo no me siento ser político, tengo cargo político pero mi prioridad es la
gente, no participé en propaganda, en campañas. No hablo como político, hablo
como pastor; como cristiano no visto colores políticos.
Y, ¿Por qué dijo “si” a esta invitación?
William: Yo vi que esa era una oportunidad que llegaba
no por mi capacidad, sino porque que era algo que venía de parte de Dios. Dije
sí porque estaba viendo muchas injusticias que estaban sucediendo en mi
comunidad. Dije sí porque yo sabía que habían muchas necesidades que se podían
resolver pero que se echaban al olvido. Dije sí porque Jesús dijo “me viste
desnudo y no me cubriste”, y yo siento una pasión de servirle a la comunidad.
Considero que hemos venido a servir y no para ser servidos.
Otro aspecto que me motivó a aceptar el cargo fue el versículo de
Proverbios 11:11 que dice “Cuando los justos gobiernan el pueblo se alegra.” Yo
creo que los que deberían estar sentados ahí, (gobernando) son los justos. Los
pastores me animaron a tomar ese cargo porque me dijeron “ya estando usted ahí,
las cosas van a ser más justas.”
Muchos creen que la política es un terreno
riesgoso para un pastor, dicen que es un terreno donde los valores cristianos
en ocasiones se tienen que negociar. ¿Usted qué piensa?
William: Como no, eso se mira. Por ejemplo a
veces se formulan propuestas y de una manera muy diplomática se nos dice “a tal
hora, ustedes solo levantan la mano y dan su voto.” Pero yo no me he callado
para cuestionar y para hacer pensar a los demás sobre las repercusiones de esas
decisiones que considero que no están construidas de una manera apropiada.
¿No le da miedo que lo vayan a destituir?
William: Yo les he dicho “si yo me abstuviera de
votar y luego por eso me viera obligado a decidir entre mi cargo político o mi
trabajo de pastor, ¿qué creen que voy a escoger?” Ellos están claros de que a
la hora de decidir, yo escogería quedarme como pastor aunque pierda ese puesto
de concejal.
Mi testimonio me ha costado mucho cuidarlo como para dejar que caiga al
piso. Me debo al Señor, a mi iglesia y la comunidad que ha visto mi trabajo, y
por temor a eso, yo prefiero renunciar al cargo político antes de hacer algo
que no conviene.
¿Cómo se ha alegrado el pueblo con su trabajo como concejal?
William: Mi trabajo como concejal le da a mi
comunidad la tranquilidad de que alguien
que se interesa por ellos está ahí; tienen la tranquilidad de que alguien que
va a vigilar que las cosas se hagan bien, está ahí.
El Alcalde y Vice-Alcalde suelen decir “el pastor ahora conoce todos los
movimientos internos de la alcaldía y los asuntos económicos de todas las
áreas, así que no podemos mentirle a la gente”.
Los pastores y la gente de mi comunidad
también me buscan cuando ellos necesitan algún tipo de apoyo de parte de
la alcaldía. Ellos saben que a través de mí la respuesta a su petición puede
llegar más rápido.
Dios me puso ahí para testificar de Jesucristo también y decirles a varios
colegas políticos “tu carrera política es importante, pero no te va a llevar
por sí misma a donde Dios quiere tenerte.” Varios de ellos ya han empezado a
caminar en el evangelio.
El pastor William Estrada junto a su esposa Karla Vanessa y sus tres hijos,
continúan ministrando en la iglesia Monte de los Olivos de la comunidad
“Alemania Federal” en el municipio de El Realejo.
Oramos que el Señor le otorgue sabiduría y gracia para seguir desempeñando
su trabajo como Agente de Cambio en el departamento de Chinandega, Nicaragua; y
que su trabajo sirva de inspiración a otros.
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