Queremos
admitir que nosotros, los que trabajamos con Centro Nehemías, también fuimos
desobedientes, que nos desviamos; que también fuimos seducidos y tontamente
engañados por las tretas de Satanás en nuestra vida pasada. Conocemos de
primera mano las miserias de una vida alejada de Dios y de Su consejo. La paga
del pecado, es la muerte y nosotros también estuvimos muertos.
Solo gracias
al testimonio de otros cristianos y al poder de Cristo Jesús, pudimos volver a
la vida. Jesús vino en nuestro rescate y venció las poderosas cadenas de muerte
que ataban nuestra mente y nuestra voluntad. Hoy podemos decir con toda
convicción que también nosotros, como millones de hijos de Dios, hemos
resucitado!
Por
esto tenemos un compromiso con el ministerio de la resurrección, porque hemos
visto el progreso de nuestra experiencia gracias a la acción del Espíritu en
nuestra historia personal. El mismo Espíritu que levantó a Jesús de los
muertos, nos ha dado una nueva vida.
Tal vez
deberíamos sentir pena por las cicatrices que muchos de los miembros de esta
comunidad llevamos a flor de piel, cicatrices que cuentan la triste historia de
la vida libertina que llevábamos antes de conocer a Jesús, pero estas mismas
heridas que recién sanaron, son un vivo testimonio de que Cristo es capaz de transformar
vidas.
También,
hemos sido testigos de cómo Jesucristo ha resucitado matrimonios que ya se
daban por muertos. Hemos contemplado con admiración el resurgir de las llamas
en algunas congregaciones donde ya solo había tizones. Hemos visto a muchos
jóvenes escapar de las garras del vicio y la violencia callejera gracias a la
valentía de aquellos agentes de Dios que se han acercado a ellos llevándoles el
amor de Cristo. Tenemos evidencia del poder vivificante que los principios de
Cosmovisión Bíblica traen a las
escuelas, los pequeños negocios y las comunidades.
Por
esto creemos que una Nicaragua transformada es un sueño realizable en el poder
de Dios. Vamos a ver la Gloria de Dios en este país, no nos cansemos de creer,
no nos cansemos de motivar a otros para que también crean y que se unan al
trabajo. Jesús ha dado la orden de remover la piedra que impide que nuestro
país se levante y camine en todo su potencial,
tenemos que trabajar por ello. Un día también diremos “Nicaragua ha
resucitado”!
Yo soy la resurrección y la vida. El que en mi cree, aunque esté muerto, vivirá. -Jesús.
Cuando la piedra es grande, el poder que necesitamos para moverla debe ser grande, y hemos de rechazar todo aquello que apague o entristesca el fuego de su ptencia en nosotros.
ResponderEliminarAsi es hermano, muchas gracias!
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